A mediados de la primera década de los dosmiles, cuando Internet parecía ser mucho más libre y espontánea de lo que es ahora, una serie de internautas se sacó de la manga un listado de convenciones y protocolos a seguir por parte de las comunidades que poblaban la red. Esta relación de normas, que iba más allá de absurdos códigos de ciber-etiqueta promovidos por aquel entonces –como aquel que afirmaba que “ESCRIBIR EN MAYÚSCULAS ERA COMO ESTAR GRITANDO” –, se centraba más bien en chascarrillos internos y otras cuestiones más conocidas en oscuros lugares de la red.
Las Reglas de Internet, un divertido compendio de axiomas y memes, son hoy por hoy el perfecto testimonio de un tiempo en que la red estaba sin duda en su estado de gracia, con sus más devotos usuarios inmersos en el proceso de creación colectiva de una cibercultura libre, alejada por el momento de las amenazas que más tarde la atenazarían.
El relato que viene a continuación es una auténtica píldora de sabiduría de Internet y la clave definitiva para comprender sus referentes y estética. Acompáñenme, sin más, en un viaje apasionante por aquellos ámbitos del ciberespacio en donde nacen y mueren los sueños y el lugar del que proceden todos los gatos.
Regla #01 de Internet: “No hablar de /b/”
Paradójicamente, va a ser preciso que me salte la primera regla de Internet a la torera para poder explicar cómo empezó todo esto. De acuerdo con Know Your Meme (sin duda la mejor fuente de Internet para este tipo de asuntos), las Reglas de Internet fueron creadas alrededor del año 2006 en base a una serie de consignas que se habían hecho populares ya por aquel entonces en los foros de 4Chan.
Para todos aquellos que se lo estén preguntando, 4Chan es un foro de Internet en forma de “tablón de imágenes” (o imageboard) que tiene la particularidad de ser uno de los sitios con mayor tráfico e influencia de la red. Fue creado en 2003 desde un dormitorio en Nueva York por un quinceañero llamado Christopher Poole (más conocido como moot en Internet) con la intención principal de compartir contenidos y opiniones acerca del manga y el anime, géneros clásicos de la ficción nipona, tal y como se venía haciendo ya en Japón por aquellos años en otros foros del mismo tipo, cuya principal característica es la de centrarse más en la publicación de imágenes que de texto. 4Chan acabaría convirtiéndose en poco tiempo en un auténtico fenómeno, con más de 20 millones de visitantes mensuales, y en uno de los mayores focos de creación cultural de Internet, o como el propio moot expresaría en alguna ocasión: “una fábrica de memes”.
La clave de su éxito vendría dada por dos factores principales: en 4Chan cualquier mensaje puede ser anónimo –no se requiere de registro previo, como sí ocurre en tantos otros foros—; y, además, todo el contenido es eventualmente borrado. 4Chan no tiene, por tanto, memoria ni almacena identidades, por lo que ha acabado convirtiéndose, en palabras de moot, en uno de los lugares de la red en los que se tiene “una discusión cruda y sin censura” sobre prácticamente cualquier tema.
Todo hay que decirlo: en realidad, con bastante frecuencia (o prácticamente siempre) se rebasan en 4Chan los límites de la corrección política y de la moral. Gran parte del contenido del sitio es misógino, xenófobo o supremacista, y de mal gusto en general, y no se tiene especial respeto por nada –no obstante, el periódico New York Times se ha llegado a referir al foro como uno de los «lugares más oscuros de la red»–, pero su influencia es tan masiva en la cultura de Internet y en el mundo real que no puede pasarse por alto. 4Chan ha sido no solo el germen de algunos de los contenidos más virales de los últimos años, sino también responsable en parte del auge de movimientos políticos, corrientes ideológicas y grupos organizados. Sin ir más lejos, la guerra de las fake news o el ascenso de Donald Trump al poder serían algunos de los ejemplos más recientes en los que se ha reconocido la sombra de 4Chan en el panorama actual. Ahí es nada…
Muchas de estas ideas han sido impulsadas desde algunos de los tablones más conocidos dentro de 4Chan, que funcionan como subforos y reciben nombres como /r9k/, /pol/ o /s4s/. En cuanto a /b/, probablemente sea el tablón más importante, ya que en realidad se trata del más antiguo del sitio y el primero de todos, el único que existía cuando moot creó la plataforma y que ha acabado convirtiéndose en el tema random por excelencia, destinado a debatir cuestiones de cualquier naturaleza.
Es precisamente dentro de este contexto en donde se forjarían movimientos tan interesantes como Anonymous. Lo cual nos lleva directamente a la tercera regla de Internet…o
Regla #03 de Internet: “Somos Anonymous”
Al parecer (siempre siguiendo los datos de Know Your Meme), las Reglas de Internet, que más tarde aparecerían en /b/, comenzaron realmente a barajarse en un chat de IRC ligado a Anonymous, allá por 2006.
El movimiento Anonymous, que probablemente dio el salto a la opinión global a raíz de su guerra con la Iglesia de la Cienciología y su posterior implicación dentro del movimiento Occupy Wall Street, es un grupo internacional de ciber-activistas originado en 2003, precisamente en los foros de 4Chan y en diversos chats de IRC relacionados, y su nombre es el resultado directo del mismo anonimato que caracteriza el portal.
Porque en 4Chan todos los comentarios publicados sin identificador aparecen firmados como «Anonymous”, lo que fue creando poco a poco una especie de conciencia global de sus usuarios habituales como conjunto. Esto, además, pareció verse reforzado en 2004, cuando un administrador del sitio ejecutó un protocolo llamado Forced_anon, que convirtió la totalidad de los mensajes, de usuarios registrados o no, bajo esta etiqueta de fuente anónima. Con el paso del tiempo, este sentimiento colectivo de identidad compartida iría tomando fuerza mediante acciones organizadas por parte de los usuarios. Al principio, se trataba solamente de pequeñas campañas de desprestigio o simples bromas, como una vez en que un buen número de usuarios logró colapsar la piscina de Habbo Hotel, una red social basada en una realidad virtual, hasta que un conflicto con la Iglesia de la Cienciología les encaminó a una forma de organización y ciberataque más coordinada que les llevó a captar la atención mediática de la esfera mainstream, dándoles a conocer ya a escala global.
Por cierto, que lo de las guerras de la Cienciología con grupos de hackers de Internet venía ya de lejos, pues no era esta la primera vez en que se había dado una situación parecida. Ya en 1995 los cienciólogos se habían enfrentado con el mítico grupo de hackers Cult of the Dead Cow (también conocido como cDc) a raíz de su intento por borrar, bajo amenazas legales, un grupo de discusión de Usenet en donde se debatía acerca de sus controvertidas creencias y prácticas. El resultado de aquello fue la implicación directa cDc, que veía esto como una guerra abierta contra la libre expresión en la red, y el consecuente fracaso de los juristas cienciólogos, al ser aún más difundidos por parte de los hackers todos los mensajes que pretendían borrar.
Algo muy parecido es lo que tendría lugar años más tarde con Anonymous, en 2008, ante las demandas interpuestas por la Iglesia de la Cienciología a sitios como Youtube o el periódico digital Gawker.com a raíz de la filtración de un vídeo promocional interno de la organización en el que podía verse a un enajenado Tom Cruise hablar acerca de las virtudes de la Cienciología. Esto llamaría la atención de un sector de Anonymous que acabaría trazando una campaña organizada de ataques cibernéticos y reales, dando pie al despertar de una especie de conciencia global. Como parte del plan, numerosos individuos se presentaron ante las sedes de la Cienciología por todo el planeta ocultando su rostro bajo la archiconocida máscara de Guy Fawkes de la obra de ficción V de Vendetta, por primera vez en la historia, y el resto es ya de sobra conocido…
Regla #05 de Internet: “Anonymous nunca olvida”
Como todo meme, las Reglas de Internet se acercan bastante a la comunicación oral. Si bien existen numerosos repositorios y algún que otro sitio web dedicado a registrarlas, el número de ellas crece y crece sin parar, muchas no coinciden entre listados y el orden es variable. No existe, que se sepa, un documento original dando fe de las mismas, pero algo sí se puede rastrear. Internet no siempre es infalible, pero difícilmente olvida…
Según Know Your Meme, el documento original fue subido en algún momento del año 2006 a los archivos de la Encyclopedia Dramatica (también ED), un famoso portal web destinado a la recopilación de memes y otros elementos de la cultura troll ligados a 4Chan y a Livejournal, principalmente, para acabar perdiéndose más tarde como resultado del tumultuoso devenir de esta plataforma.
Creada a finales de 2004 por Sherrod DeGrippo (conocida como GirlVinyl en Internet) con el objetivo de comentar el drama y los conflictos de los usuarios de la plataforma de blogging y red social LiveJournal, la Encyclopedia Dramatica tomaba de base Wikimedia software –lo que le dotaba de una infraestructura similar a la de Wikipedia— y se convirtió rápidamente en uno de los bastiones de libertad en la red, dando pie a la creación de una cultura troll relacionada con los ámbitos de /b/ y también a su establecimiento como centro de algunas operaciones de Anonymous. Sin embargo, no estaría exenta con el paso del tiempo del cerco mediático, legal y capitalista al que ha ido siendo progresivamente sometido el ciberespacio y acabaría sucumbiendo envuelta en continuas crisis y polémicas. Escándalos como su implicación en la Operación Payback, una guerra abierta entre hackers de Anonymous y defensores de los derechos de la propiedad intelectual que tuvo lugar en 2010, o un desafortunado artículo sobre los aborígenes australianos que le llevaría a ser censurada por Google Australia y a ser demandada por una Comisión de Derechos Humanos del país, precipitarían su final.
En abril de 2011, la url original del sitio comenzó a redirigir a OhInternet, un nuevo portal con la misma misión que la Encyclopedia Dramatica de documentar la cibercultura, pero esta vez con un enfoque mucho más blanco y alejado de toda controversia. OhInternet terminaría sucumbiendo al poco tiempo debido al rechazo general por parte de los usuarios tradicionales de la Encyclopedia Dramatica, y así acabaría esta aventura.
Durante los últimos años, han ido surgiendo algunas iniciativas que han buscado volver a subir los archivos de la Encyclopedia Dramatica en sucesivos dominios que han ido viendo su cierre prácticamente hasta la actualidad. Y las Reglas de Internet originales parecen haberse perdido por el camino… Pero, como afortunadamente ocurre con cualquier buen meme (y también con la comunicación oral), aun así persisten en la memoria colectiva y siguen estando de alguna manera en la red.
Y ahora hablemos por fin de los gatos…
Regla #39: “Un gato lleva a otro gato”
A pesar de que listados recientes elevan el número de reglas actualmente por encima de las mil, se acepta que los primeros textos contaban únicamente con unas cincuenta. Sin bien, este baile de cifras, que obedece lógicamente a la ya citada construcción pseudo-oral de las mismas, no ha impedido que algunas estén bien consolidadas la cultura colectiva.
El ejemplo más claro de ello podría ser quizás la Regla #34 de Internet: “Si existe, ya hay o habrá porno sobre ello, sin excepciones”, que hace alusión a la ubicuidad de la pornografía en Internet y cuyos ejemplos pasaré por alto por alejarse de la naturaleza y propósito de este blog. Mucho más interesante resulta, sin duda, la Regla #39: “Un gato lleva a otro gato”, presente en algunos listados originales y que refleja, al igual que sucede con el porno, la omnipresencia de los gatos en Internet.
Los gatos, que siempre han gozado de la admiración de los seres humanos desde la más remota antigüedad, llevan estando presentes en Internet desde los tiempos de Usenet, a principios de los noventa, donde existían ya grupos como rec.pets.cats, dedicados a la conversación sobre su cuidado y la celebración de su existencia en general. Con los nuevos desarrollos de la web, los gatos fueron dando su salto a nuevas páginas y plataformas sociales hasta alcanzar su mayor exponente en forma de meme en lugares como /b/, en 4Chan, o Something Awful, en donde comenzó a surgir, allá por el 2005, la cultura del LOLCat.
Los LOLCats son un tipo de meme que toma como base la imagen de un gato al que se le añade algún texto cómico. (Están por todas partes en la red, así que seguramente saben ya de sobra de lo que hablo). Esta celebración del gato fue tan bien acogida por los usuarios de 4Chan que con el tiempo se crearon incluso rituales semanales, como el de los Caturdays, en los que a través de memes de gatos, se festejaba el hecho de que fuera sábado.
De acuerdo con Know Your Meme (una vez más), sitios como Cheezburger comenzaron a acercar la cultura de los LOLCats al mainstream del año 2007 en adelante. Y el resto ya lo conocemos: gatos, gatos y más gatos. en un delirante recorrido que abarca desde el keyboard cat, grabado en 1986 tocando un teclado, al gato de la ensalada que es reprendido a fuerza de meme por una de las Real Housewives de Beverlly Hills en persona.
Un gato lleva a otro gato. «Y todos los gatos llevan a zippocat«, reza la regla #40 haciendo referencia a un desagradable episodio de maltrato animal que quizá abordaremos en otra ocasión.. Algunos tienen nombres propios, como Lil Bub o Grumpy Cat, y otros, como el nyan cat, son de dibujo animado.
Existe, en todo caso, una gran verdad, y es la siguiente: «Se puede ir saltando de gato en gato, y luego otro gato, y luego otro más… y así hasta pasarse Internet».